Machaque del momento

  • REIKI

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El atroz encanto de ser profesor

¡Un aplauso para la profe! Propuso uno de los alumnos y cinco segundos después ella se puso colorada. Con el fin de desviar las miradas, cambió vertiginosamente el tema de diálogo y continúo con su clase.

Todas las semanas me enfrento a un mismo interrogante ¿Qué tengo yo para decirle a toda esta gente? Después de varios minutos de extenso pensamiento intentando organizar las ideas para plasmarlas en papel y consecuentemente armar una clase, cuando decido sobre qué hablar, automáticamente empiezo a cuestionarme si les resultará relevante lo que tengo para decir. Como no tengo la respuesta para esa pregunta (y prefiero evitar elegir la respuesta yo misma) empiezo a divertirme eligiendo cómo voy a presentar los contenidos casi con el mismo entusiasmo que tiene quien quiere sorprender a un otro al relatar una anécdota. Después de atravesar esta situación durante varios meses llegué a la conclusión de que en la lucha contenido versus forma, no siempre sale victorioso el contenido sino todo lo contrario. Estamos tan rodeados de estímulos que a medida que pasa el tiempo es más difícil llamar la atención, despertar debates o generar incentivo.
Entusiasmo, interrogantes, desarrollo y debate sugiero y, créanme que, ellos no sólo lo aceptan sino que se comprometen. Opinan, juzgan, critican, preguntan, anotan…

Qué lindo que es tener algo para decir. Qué lindo que es tener quién lo escuche. Qué lindo que es estar enseñándole algo a alguien Y qué lindo que es que valoren tu aporte.

16 comentarios:

  1. Pasa siempre. Y en todos los aspectos. Lo peor es dejarse vencer por ese cuestionamiento. Más o menos, todo lo que tenga para decir alguien puede resultar interesante para uno u otro. Lo importante es decir, definitivamente. Bueno, sin abusar y caer en la pelotudez kilométrica. Pero descarto que sea su caso.

    ResponderEliminar
  2. Que bueno que le pongas tanto esmero!
    Siempre hay alguien dispuesto a aprender.

    ResponderEliminar
  3. ¨Opinan, juzgan, critican, preguntan, anotan, no sólo lo aceptan sino que se comprometen¨...porque encontraste en la forma, el interés para que así lo hagan.
    lo importante no es que acumulen conocimientos, sino incentivar la creativadad motivada.
    me gustó lo que encontré en tu blog. seguiré pasando.
    cuando lo desees, pasá a visitarme.
    kissesss

    ResponderEliminar
  4. Hola A.C., dando clases?
    Hace lo menos quince años -estaba saliendo de la U- trabajé de profe... pobres mis alumnos. Luego, cuando ya no era profe, empecé a aprender realmente a dar clases, y a disfrutarlo. Espero volver algun día a las aulas...

    Felicitaciones por ponerle el esmero...

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Qué mejor que ese deseo de comprender al alumno, para llegar a él... No verlo como una cosa ni como un número; sentirlo con amor, con visión de futuro... Es que ¿hay algo que enseñe más que el amor? ¿Quién va a ser esta persona que tengo delante mío el día de mañana? ¿Qué de lo que es ahora mismo y de lo que será, he ayudado a aportarlo yo? Sin duda serás un entrañable recuerdo en sus corazones. Vale mucho la intención de llegar al otro. Y eso, a veces, no se puede apreciar en el día a día, se valora con el tiempo... ¡Suerte que tienen tus alumnos!Aunque no la sepan todavía... ¡Suerte que tendrán! Cuando se den cuenta...
    Pilar

    ResponderEliminar
  6. ¡Que entrada más bonita y didáctica A.C! Aún más mérito que estando rodeados de estímulos una profe no caíga en la apatía y estimule a sus alumnos.
    Besos wapa.

    ResponderEliminar
  7. No sabía que estabas dando clases! Felicitaciones! Yo también lo hago y es de las cosas que más placer me da desde hace algunos años. Despertar curiosidades, pensar, conocer, motivar, motivarse, redescubrir, aprender, enseñar, el intercambio...

    ResponderEliminar
  8. Y vos fijate que esa relacion entre vos y tus alumnos, te define a vos y los define a ellos. El requisito indispensable para ser profesor no es un título, ni siquiera es saber algo. El requisito es que haya estudiantes. Vos podes poseer tod ...o el conocimiento humano, pero sin alumnos nunca serías profesor. Y lo mismo al reves: ellos son estudiantes porque te reconocen como profesor. Asi, de una manera un tanto metafisica, vos y ellos se necesitan mutuamente para definirse. No hay uno sin los otros. Me parece linda la idea que "la clase" existe sólo por una convencion, un acuerdo de voluntades, el mismo acuerdo que define no solo la relacion entre los integrantes, sino tambien la propia identidad en el contexto del aula... No sé, digo, me parece, es mi opinion.

    ResponderEliminar
  9. ¡Ay que buena onda!Yo empiezo a dar un taller de cine en un centro cultural, pero no tengo alumnos aún y me come la ansiedad de empezar.
    Me parece que debe ser lo mejor que le puede pasar a una persona tener el lugar para hablar de lo que le apasiona y poder compartir porlo que tanto se rompió el culo.

    ResponderEliminar
  10. La verdad que si, es muy lindo esa reciprocidad.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  11. uhhhh
    los profesores...
    tuve una profesora de literatura que se la pasaba hablando, la verdad que es un placer escucharla porque es una persona muy culta. Lastima que el resto de mis compañeros se dormía, ella se daba cuenta y decía "los estoy aburriendo ¿no?" pero seguía hablando nomas...
    Actualmente tengo un profesor que hace boxeo, debido a su "dieta especial" todas las clases se trae un tupper con tres huevos duros y se los come en medio de la clase...
    Jajajaja el aula es otro mundo.

    ResponderEliminar
  12. Fundamentalmente lo último, que valoren tu aporte. Sino fuese así el resto muchas veces ¿para qué? Quizás la respuesta la tenga que buscar con mi analista.
    Te felicito y me encantó lo tuyo. Te sigo.

    ResponderEliminar
  13. Creo que ser profesor tiene su encanto, pero sólo para quienes son profesores porque les gusta serlo. Tengan o no un título que les avale como tal.
    Para quienes son profesores por cualquier otro motivo, siempre habrá algo más importante que hacer que preparar sus clases. Y lo harán mal, o simplemente dejarán de hacerlo.
    Es cuando una persona compromete su tiempo fuera del aula, para pensar en lo que hará la próxima clase, cuando tenemos un profesor...
    Es cuando su vida está ligada a sus estudiantes, cuando le preocupa si aprenden o no, cuando busca formas de motivarlos, de despertarlos, de interesarlos, cuando tenemos a un profesor...

    ResponderEliminar
  14. gran vocación docente. Y me gustó el punto de vista de quien prepara la clase.
    Te estaré leyendo
    efa

    ResponderEliminar
  15. Coincido es hermoso tener algo para decir, que te escuchen y valoren tu aporte. Yo lo vivo con mi blog. Seguramente seas una excelente maestra, profe!!
    Cariños!!!

    ResponderEliminar
  16. Te entiendo perfectamente y paso por el mismo proceso. Pero qué lindo es verles los ojos brillantes cuando se despiertan por algo que les dijiste, no?
    Beso!

    ResponderEliminar

Me gustaría saber tu opinión...