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martes, 23 de junio de 2009

¡Agarrate Cielo! Pero… ¿De dónde?

Me atrevo a decir que ante dicha pegunta la mayoría tendría diferentes respuestas para darme, pero la verdad es que, esta vez, no sé si me importa. Obviamente puedo oírlos, irónico sería que con semejantes orejas no lo hiciera, el punto es que llegué a esa instancia mental en donde todo se reduce únicamente a lo perceptivo y ahí el otro queda definitivamente afuera.
Estoy de acuerdo con que los individuos aprendemos a ser en la identificación del discurso de los demás sobre uno, pero este sistema debe tener un fin para que no se vuelva patológica la búsqueda propia en palabras ajenas. Imagino que debería existir algún sistema psíquico similar al uso de un embudo en donde comienza todo con un gran caudal y luego se va reduciendo, de lo contrario, quiero gritar.
Todos tenemos una familia, no hay vuelta que darle. Desde chicos también sabemos que cada una funciona diferente, prueba más que confirmada en aquellas tantas veces, que de niña me quedaba a dormir en la casa de una amiga y era tan intrigante ver las costumbres familiares, cómo cenaban (¿en frente de la televisión?), qué tomaban en el desayuno, a qué hora, cuál era el humor de los padres al despertarse, quién se encargaba de llevar a los chicos a la escuela (¿irían cantando “en el auto de papá nos iremos a pasear…”?) , y así muchísimos otros recuerdos. Ahora, que crecí, llegué a una conclusión: ¡Qué bueno que es pertenecer a una sola familia! Con dos sería imposible vivir (aunque los psicólogos tendrían mucho más trabajo). Mi abuela decía algo así como que nunca había mal que por bien no viniera.
A medida que crecemos va cambiando el lugar en donde buscamos y encontramos apoyo, ese lugar o esa persona de donde o de quien agarrarnos para no caernos, para no desesperar, para no enloquecer, para que todo tenga sentido. Algunas veces la familia fue el sostén, otras lo han sido los buenos amigos, un profundo amor, tal vez la música, quizás una formada confianza en sí mismo sea la solución y pueda englobar a todas las demás opciones, no lo sé. Esta vez, y después de no pensar en nada más que dedicarme a sentir, decidí que yo no voy a caerme del cielo. Me gusta esta estadía que atravieso así que hoy elijo agarrarme. Si bien, me llena de cordura saber que sé permanecer al límite de la neurosis, me encantan los ratos en donde creo cruzar de vereda para poder ver, sentir y vivir todo con tanta intensidad...
Mi abuela también una vez me dijo que yo debería escribir lo que siento y yo nunca le hice caso. Ahora sé que ella me estaba enseñando de donde podía agarrarme para no enloquecer. Quizás le haga caso…

4 comentarios:

  1. Primis! muy lindo todo lo q escribis.. ademas es como q conociendote creo creer a q te referis con cada palabra.. esta bueno no?!.. Te quiero muucho pola! espero q nos tomemos unos matonguis pronto! besoo

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  2. copado Pau!!!!! yo en un tiempo tenia mi blog mikena y me olvide la contraseña jajajaj ahora tengo este y espero que pases.
    te mando un besote y me encanta como escribis
    miss you

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  3. Que bueno esto de poder escribir y descargarse, yo la verdad es q soy cero comunicativa, y de algo en lo q nunca me pude agarrar es en las palabras. Admiro a lo q si pueden expresarse correctamente. Muy bueno Pau!

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  4. Muchas Gracias! Yo no sé si me expreso correctamente, lo que si sé es que me expreso con sinceridad. Beso

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